lunes, 14 de octubre de 2013

Venga hombre, ¡Qué los Lunes tampoco son tan malos!

Pues no, no vengo a hablaros de los Lunes, aunque el título engañe. Os voy a hablar de los domingos por la tarde, ¡Son un invento del capitalismo! Exacto. El capitalismo es malo, y os lo digo yo que soy la más capitalista del mundo, pero los domingos por la tarde, son peor aún que éste, creedme, es más, juraría que son un invento del mismo.

Te despiertas el Lunes y lo primero que piensas es “Es Lunes” y en vez de tomártelo con alegría, vas cabizbajo a trabajar o estudiar, porque aún queda toda la semana por delante. Y dependiendo de como lleve cada uno su oficio, es decir, si le gusta o no, llega el martes, y piensas “Hemos superado el Lunes, a por el Martes” Y así hasta que llega el jueves y le dices a tu compañero “Eh, tío, mañana por fin es viernes.” En mi caso, esto pasa los miércoles, ya que por suerte yo tengo Juernes (Podéis envidiadme, sí, por eso lo he dicho).  Y por fin, llega el viernes, con unas expectativas muy altas de fin de semana, y vitoreas en tu cabeza a toda hora desesperado por llegar a tu casa “Por  fin viernes, por fin viernes” y ves a alguien y le preguntas qué hará este fin de semana, ¡Oh Dios! ¡El sábado hay cena de nosequé o fiesta en casa de nosequién! ¡Qué estupendo! Pues sí, es genial, planazos de 'Saturday night' con expectativas muy altas. Y bueno… por fin llega el esperado sábado por la noche. Te arreglas, te pones tus mejores galas para salir, aunque sea a tomarte una caña (bueno, yo tengo un amigo que se pone camisetas de Goku o los teleñecos para salir un sábado...), y así pasan las horas. Una detrás de otra, como las personas que vas a ver esa noche, que lo más seguro es que al día siguiente no te acuerdes.

Y… llega el Domingo. El Domingo por la mañana es el típico día que te levantas tarde y pueden ocurrir diferentes cosas: Las madres de familia suelen aprovechar ese día para dejar su casa como los chorros del oro y hacer comidas tipo lentejas, cocido…; Los padres de familia para leer el periódico; Los jóvenes como yo para dormir porque la noche anterior nos hemos desfasado, o no porque probablemente tengamos que estudiar, pero da igual, dormir es lo primero. Luego están los típicos casos de ir a misa, ir a pasear, ir a comer con la suegra (esto os encanta a los padres de familia, ¿eh?) o que vaya a tu casa a comer el típico familiar pesado que solo habla de él y a ti no te pregunta ni como estás. Así pasa una mañana entretenida…  Pero cuando menos lo esperamos…
Terminamos de recoger la mesa, nos tomamos el típico cafelito y como no, la siesta con la película de A3 de asesinatos (sabéis tan bien como yo que eso es así "aquí y en la China Popular"). Es aquí donde empieza la pesadilla. Te despiertas de la siesta, que probablemente haya sido de más de una hora (y te arrepentirás cuando llegue el insomnio nocturno), y se apodera de ti una sensación de terror infumable. Te asomas por la ventana, y por la calle no se ven ni moscas, está todo cerrado, y si sales te toca volver pronto porque mañana hay que madrugar, a no ser que seas un afortunado, que tu rutina sea de tardes (no, no eres afortunado, te lo digo yo). Uff, Además, tengo que añadir que los domingos por la tarde, por algún extraño motivo, el tiempo se suele volver malo, por lo que uno no tiene ganas de salir de casa, y se pasa toda la tarde pensando “Mañana es Lunes”. 
En resumen: no haces nada, porque ¡No hay nada para hacer! Así que te dedicas a tirarte en el sofá con el mando de la tele a hacer zapping y ver las películas de la televisión y a atormentarte pensando que al día siguiente vuelves a la rutina.

Cuando menos te lo esperas, apagas la luz de tu mesita de noche, aburrido como una ostra y piensas “A partir de ahora, los domingos pienso hacer algo¿Por qué te mientes? Sabes que te va a pasar igual el fin de semana que viene, a no ser que te salga un plan que te libre del mal. Si os queréis engañar, engañaros, pero los lunes por lo menos, hay vida humana por la calle a la hora que sea.

El capitalismo tiene cosas malas, sí, pero peor que el primer día de la semana laboral, está el Domingo, o día de descanso, como quieras llamarlo, porque total, aunque no te guste lo que hagan en la tele, nadie te va a mover del sofá


¿Me aceptáis un consejo? Cuando os deprimáis pensando que todavía es lunes, pensad: Bueno, he sobrevivido a otro domingo por la tarde. Porque cuando menos lo esperéis, habréis vuelto a él.


 “Siempre hay algo que hacer cuando no hay nada que hacer.” – Lagarto Amarillo.
BCL.

1 comentario:

  1. O los domingos le das vueltas a la cabeza sobre momentos del sábado que no recuerdas... jajajaja
    Me ha encantado esta entrada. No lo había pensado pero... los lunes no son tan malos :)

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